HISTORIA

Isis es "la gran maga", la gran diosa madre, reina de los dioses, la fuerza fecundadora de la naturaleza, diosa de la inteligencia, la maternidad y del nacimiento. En la mitología egipcia se la considera la señora de las pirámides.
Su culto se propagó por todo el Mediterráneo, resistiendo la expansión del cristianismo y se mantuvo en el templo de File durante el Imperio Romano hasta que fue prohibido en tiempos de Justiniano I, en el año 535 DC.
Hay evidencias del culto a Isis, transmitido por comerciantes, militares o simples ciudadanos griegos y romanos. Al principio su veneración era popular en los sectores más humildes, y después terminó por expandirse hasta las clases más altas. Los últimos documentos referentes al culto a Isis datan de la primera mitad del siglo III DC.
El cristianismo asimiló el culto a Isis como diosa de la maternidad, tomándola como referencia para la creación de toda la iconografía de la Virgen María, cuyas maternales y protectoras imágenes están inspiradas en las representaciones egipcias. Las Vírgenes Negras son consideradas antiguas imágenes de Isis, adaptadas al ritual católico posteriormente.
Para llegar a conocer a esta diosa originaria del delta del Nilo, comencemos por el significado de su nombre. Los antiguos egipcios la llamaban Aset (a pesar de que hoy en día es más conocida por su nombre griego: Isis) que significaba "trono". Por ello se la consideraba la protectora de los monarcas, y su culto siempre estuvo asociado a la realeza.
Junto a su esposo Osiris, se los tomaba como los regentes máximos de la mitología egipcia y custodios de los hombres. Mientras Osiris enseñaba a sus súbditos cómo plantar y construir casas y templos, Isis hacía lo mismo con las mujeres, instruyéndolas en el arte de tejer el lino, la música, la danza y la magia.
Cuenta la mitología egipcia que cuando Osiris partió al extranjero, Isis quedó a cargo del gobierno de Egipto y ejerció su poder con brillantez, inteligencia y justicia. Su impronta en el trono sería la marca con la cual se medirían las perfomances de los monarcas que le sucederían en el mando de Egipto.